Whisky a go-go, de Alexander Mackendrick (1949)
Scorsese está estos días reivindicando el cine británico. Razón no le falta. No sé si en Reino Unido emiten muchas películas de las islas en blanco y negro, pero la verdad es que tienen mucho encanto. En los 30, 40 y 50 hicieron grandes y pequeñas cosas. Unas de ellas fueron las comedias de Alexander Mackendrick. Luego hizo en Estados Unidos la excelente "Chantaje en Broadway" (1957), y pronto se retiró a dar clases en la universidad. Ésta es una película costumbrista. Un humor que luego tuvo mucha herencia en el cine británico hasta los 90, recuperado por algunas de las comedias de Hugh Grant. Aquí un pueblo perdido de unas islas escocesas se quedan sin Whisky por la II Guerra Mundial. En el pueblo sólo saben vivir con una copa para animar las vidas rutinarias de un lugar todo rocas y algún ganado. Un barco mercante que se golpea con las rocas dará ocasión al pueblo de recuperar un cargamento y esconderlo a las autoridades. Y es que la comedia británica tiene siempre una carga "libertaria". Se mirá al poder con ojos de gente ridícula que sólo viene a fastidiar la vida privada de las personas. Un poco de razón no le falta. Mackendrick tiene mirada. Se le nota. No sólo cómica, sino algo lírica. La película se eleva, y probablemente crea un género. Completa al cine de David Lean de la época, a Carol Reed, al Hitchcock de los años anteriores, y a Powell & Pressburger. Todo vale mucho la pena para demostrar que en las islas se hace cine, mejor que se cocina.