Fuerza bruta, de Jules Dassin (1947)

Burt Lancaster es un actor que es cada vez más importante. Sus películas en general cada vez se mantienen mejor en el tiempo, y sin duda se va configurando más como uno de los grandes actores del cine norteamericano clásico. En esta ocasión protagoniza un drama carcelario bajo la dirección de Jules Dassin. 

Con una carrera desarrollada entre Francia y Estados Unidos, fue director de excelentes películas de cine negro, siendo fácilmente considerado uno de los maestros del género en Francia. Son grandes películas "La ciudad desnuda" (1948) y "Rififi" (1955). Un Siodmak a la francesa, en donde se refleja mucho la influencia de Fritz Lang, maestro de directores. Aquí demuestra con su dirección que sabía lo que hacía retratando en todo momento la historia con mucho sentido cinematográfico. 

Este drama carcelario en donde un grupo de presos quieren huir del poder abusivo del jefe de seguridad sin escrúpulos, protagonizado por el excelente actor Hume Cronyn, totalmente inconfundible, puede que configure alguno de los tópicos que luego se han repetido constantemente en el género.

Burt Lancaster lidera como sólo un hombre como Lancaster podría hacerlo entre distintas incidencias de la vida carcelaria, una serie de personaje que van siendo retratados con profundidad psicológica, con la ayuda de algunos flash-back que nos cuentan cosas de su vida anterior a la entrada en prisión y creando la atmósfera de opresión que toda película carcelaria necesita, para evocar el deseo de libertad.

 Si se utiliza el término "clásico del género", en este caso no se queda corto. Muy recomendable.