En lo más crudo del crudo invierno, de Kenneth Branagh (1995)

23.12.2023

Días antes de Navidad. Un actor en paro que espera a ser llamado para una película de ciencia ficción, reúne a un grupo de actores de segunda fila para irse a una iglesia perdida para organizar una representación de Hamlet. Kenneth Branagh en lo más alto de su carrera en los años 90 hizo su propia interpretación de uno de los géneros más notables del cine británico: las películas navideñas. Por supuesto lo hizo en el territorio en donde más cómodo se siente: alrededor de Shakespeare. Además lo realiza en Blanco y Negro. Como las películas que giran alrededor del teatro se mezcla la propia obra con el proceso creativo de esos seres extraños e inseguros que son los actores. Necesitados de cariño siempre. El teatro y sus vicisitudes cómicas a la hora de montar una obra teatral siempre ha sido un buen lugar de contar historias para el cine. "Balas sobre Broadway" (1994) de Woody Allen o "Qué ruina de función" (1992) de Peter Bogdanovich son buenos ejemplos contemporáneos. El mundo propio que se forma en el escenario y en la preparación de la obra, permite ver como se entremezclan las personalidades de los actores que van evolucionando entre ellos en contraposición. También muestra el proceso creativo entre lo profundo y lo ridículo. Los diálogos son interesantes, y todo es correcto. Sin duda logra dos objetivos presentes en Branagh: transmitir el amor por el teatro de Shakespeare. Y reflexionar sobre la necesidad de la expresión artísticas como forma de construir un sentido en la realidad para seres que no tienen más refugio que sus ilusiones por participar de la compañía de teatro, y sentirse menos solos. Creo que lo consigue. Un cuento de Navidad.