El hombre del brazo de oro, de Otto Preminger (1955)

31.10.2020

Por un lado el cine negro evoluciona para tratar con crudeza el lado oscuro de la condición humana: la drogadicción. No es un tema que se vea de manera lateral, sino que como protagonista principal, y nada menos que encarnado en el gran actor que fue Frank Sinatra. Por otro lado creo que se ve en el tono del guión y la forma de construir la atmósfera la influencia del teatro de Tennessee Williams. Veo que "Un Tranvia llamado deseo" se había estrenado como película en 1951. El tema de la adicción a la bebida será tratado en "Dias de vino y rosas" de Blake Edwards en 1962, aunque ya en 1945 había sido tratado el tema por Billy Wilder en "Dias sin huella". Tennessee Williams introduce personajes intensos, y algo de lenguaje teatral al cine. Fue muy influyente en su momento, y creo que fue relevante en la revolución del cine de unos años posteriores, por ejemplo pensando en Cassavetes, y lo que será el cine independiente de EE.UU. heredero de su obra. Hoy en día estamos acostumbrados a personajes que sufren los lados negros de la conducta humana: sus debilidades. No siempre fue así. Creo que ha sido un gran logro del cine: abrir nuevas perspectivas de la realidad, nuevas reinterpretaciones de lo que significada ser humano, nuevos objetos sobre los que contar historias, poner lo oscuro en el centro de la luz de los focos. Eso nos ayuda a comprenderlo. No deberíamos apartar la mirada como actitud infantil, dado que parece claro que ser humano está lleno de luces, y de bastante sombras. Que se lo digan a Frank Sinatra.